PSIQUIATRA: ¿por qué genera tanto rechazo esta palabra? ¿Conocemos la verdadera función del profesional? ¿Necesitar la ayuda de un psiquiatra significa que estoy trastornado?

En este post, me gustaría aclarar dudas sobre la figura del psiquiatra frente a la del psicólogo, además de eliminar falsos mitos que rodean el término.
Frecuentemente en la consulta acudís con dudas sobre a qué sanitario acudir. Tenéis miedo y respeto ante la necesidad del servicio de psiquiatría, porque creemos que esto implica que no estamos muy cuerdos, por lo que, como es natural, nos asustamos.

Un error que cometemos a la hora de valorar como negativa la necesidad de intervención por parte de un psiquiatra, es que tendemos a pensar que el psicólogo es algo así como un médico de la mente para gente normal, mientras que el psiquiatra es un médico para “locos”. Lo que se nos olvida es que el psiquiatra es un profesional que trata muchas patologías abarcando desde casos leves de depresión, ansiedad, estrés, baja autoestima, hasta casos graves y crónicos, como las diversas formas de psicosis, trastornos bipolares, trastorno obsesivo compulsivo, problemas de conducta, problemas de pareja, entre otros.

Por ello, comencemos aclarando la cuestión, ¿Qué diferencias existen entre psicólogo y psiquiatra?

Por un lado, el prefijo “psi” deriva de la palabra latina “mente”. Y “logía” significa “teoría” o “ciencia”. Psicología podemos definirla entonces como la “ciencia de la mente”. Por otra parte, “iatría” tiene origen griego y alude al concepto de curación o de medicina. Aunando ambos afijos, psiquiatría derivaría en “medicina de la mente”.

A día de hoy, si es cierto que pueda existir cierta rivalidad entre los psiquiatras y psicólogos, esto puede deberse a que son disciplinas afines en las que a menudo se solapan las competencias, lo que lleva a desconocer dónde están los límites, por lo que es complicado saber cuándo empieza el intrusismo profesional. Desde mi punto de vista, son dos ramas que se alimentan la una de la otra, de forma que se dan casos clínicos en lo que sin la coordinación adecuada de ambas profesiones no es posible llegar a nuestro objetivo en común: mejorar la calidad de vida del paciente y lograr su bienestar integral.

Al centrarme en esta meta, se me olvida por completo que pueda existir una línea que demarque hasta dónde llega el trabajo del médico psiquiatra, desde dónde empiezo a intervenir yo como psicóloga. Si, además sumamos que me describo como persona de mente inquieta y curiosa a la que le encanta y disfruta aprendiendo de otros especialistas, sobra decir, que exprimo todo lo que el tiempo me permite, el trabajo multidisciplinar, en equipo donde cada uno de los miembros aporta puntos de vista diferentes, sabiduría y experiencia, abriéndote los ojos cuando estás más bloqueado, mostrándote nuevas formas de trabajar y técnicas desconocidas para tu profesión.

Por ello, desde el Centro de Psicología en Bilbao Ongizate, apostamos por crear un equipo de trabajo con el que procuraremos en cada caso esforzarnos porque el bienestar de nuestros pacientes sea integral. Para los que no conocéis el significado de Ongizate, es precisamente Bienestar.

Por último, ya que parece que me voy por las ramas, en mi experiencia como profesional, me he encontrado que esta rivalidad, esta versión que nos ofrecen de profesionales luchando por el poder, no es real, sino que el trabajo en equipo es por lo que luchamos normalmente los sanitarios. Pero bueno, que me voy, ¿diferencias entre psiquiatra y psicólogo?
Resumiendo brevemente las principales diferencias serían:

El psiquiatra, es un médico que ha estudiado medicina y posteriormente la especialidad de psiquiatría. Los psiquiatras pueden recetar fármacos y tienen un conocimiento muy profundo de la estructura biológica del cerebro y su funcionamiento. La intervención de los psiquiatras se centra en la fisiología y la química cerebral. Es decir, se encargan de tratar a personas con trastornos emocionales o enfermedades mentales a través de medicación o prescripción de recetas médicas. Los psiquiatras, per se no tienen la formación necesaria para dar terapia psicológica. Es decir, el tratamiento que realizan no suele estar dirigido a enseñar a los pacientes estrategias y técnicas que les ayuden en la resolución de sus problemas emocionales y conductuales. Algunos psiquiatras realizan una formación adicional en algún tipo de terapia para también poder ofrecer ayuda en esta línea.

El psicólogo clínico, es un profesional formado en el área de la psicología. Están especializados en el tratamiento de problemas emocionales y del comportamiento a través de la enseñanza de determinadas estrategias y técnicas. No pueden recetar fármacos, pero sí llevar a cabo un diagnóstico, evaluación y tratamiento de todo tipo de problemas psicológicos.

La segunda duda que surge es si el hecho de necesitar ir a un psiquiatra, conlleva que esté loco. La respuesta es rotundamente NO. En ocasiones, estamos ante una dificultad que sin ese apoyo médico, no somos capaces de salir, y pasado el periodo terapéutico, no sólo has sido capaz de superar la situación, sino que además, has aprendido por el camino y podrás prevenir recaídas para evitar que en realidades similares te encuentres en el mismo punto. Porque algo muy importante es recordar que tanto unos como otros, estamos ansiosos de realizar un trabajo enfocado en la prevención, por lo que no tendríamos que llegar a tratar trastorno en determinados casos.

Espero que os haya ayudado a aclarar conceptos y reducido el respeto que genera verse ante la posibilidad de tratamiento psicofarmacológico ante un problema psicoemocional, porque a veces esa muleta es necesaria para superarlo.

Irene Tobías
BI03674
Psicóloga en Ongizate

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