“No sé si seré capaz de…” ¡Qué poder tienen estas 6 palabras! No se trata de un súper poder que nos impulsa a buscar nuevos retos o mejoras en nuestro día a día, si no que más bien todo lo contrario, tienen precisamente la capacidad de bloquearnos porque nos asusta tanto la posibilidad de fracasar que preferimos dejar a un lado nuestros sueños, no vaya a ser que no seamos capaces de alcanzarlos.
Esta mañana me he topado con esta frase motivadora “No se trata de dónde estés, sino dónde quieres llegar”. La he leído y rápidamente la he relacionado con otro pensamiento prácticamente contrario: “No sé si seré capaz de”.
Muchas veces, sabemos que no estamos donde queremos estar y que lo que buscamos es llegar a otro punto vital, laboral, familiar…, pero no sabemos si seremos capaces de realizar el camino, normalmente duro y difícil hasta alcanzar el lugar deseado.
En consulta, la mayoría de los casos, tengo enfrente a una persona que puede caminar hacia sus sueños, solo necesita a alguien que le apoye y le acompañe en el camino, que le recuerde cuando algo se complica, que es normal que haya podido avanzar pero que por algún motivo llega un momento en el que surge el estancamiento, pero que ese parón no significa que ese es el límite y que ya no puede seguir caminando, sino que igual hay que coger fuerza, aire y de nuevo volver a buscar la manera de continuar apostando por uno mismo.
Personalmente, me encanta encontrarme con pacientes que acuden pensando que poco pueden hacer, y el hecho de escuchar frases como, “nos encontramos en este punto, a partir de aquí veremos hasta dónde llegamos, nosotros no vamos a ser quienes nos pongamos límites”, les libera y empiezan a ver que quizás puedan hacer más de lo que ellos pensaban. Se van con la sensación de tener cierto control de la situación y con motivación suficiente como para generar cambios, por muy duros que sean. O situaciones con diagnósticos claros como puede ser la conocida dislexia, en la que les abruma tanto a los padres, que miran con cierta pena a sus hijos pensando que tienen un obstáculo insalvable y que por cómo está organizada hoy día la sociedad se encuentran desamparados. Idea totalmente distorsionada, ya que, dependerá del trabajo personal del niño, escuela, padres… por tanto, no es posible saber, porque no tenemos una bola de cristal que nos lo indique, hasta dónde va a poder llegar ese niño, sabemos de dónde partimos y que tendremos que trabajar muy duro, pero que ese niño va a poder alcanzar lo que se proponga, porque si podemos saltar esa barrera.
Por tanto, veo como un buen propósito personal, el lograr no ponernos límites y tratar de avanzar poco a poco, sin miedo, hacia nuestros sueños, que “soñar es gratis”.
Irene Tobías