A medida que van pasando los años me doy más cuenta del verdadero valor de la Navidad, a muchas personas no les gusta porque la asocian con la ausencia de seres queridos, mayor gasto y consumo e incluso con reuniones familiares absurdas con personas que no ven en todo un año y porque es Navidad se ven obligados a compartir una mesa y para colmo de buen humor “porque estamos en Navidad”.
Pero en estas fechas no todo es gastar, comer y fingir sonrisas, sino que existe detrás cierta magia. Ahora entiendo a mi ama cuando me decía que al ver a Melchor (mi rey favorito), se me iluminaba la cara, la mirada. Eso mismo veo ahora en mi peque, es esa necesidad de creer que la magia existe, de no cuestionarse cómo harán los Reyes Magos para llegar a cada una de las casas en una sola noche y no sólo eso, sino también saber si este año me he portado bien o mal.
Esa Magia trasladada a la consulta de psicología en Bilbao Ongizate, es la que se necesita, es decir, esa sensación de no saber cómo pero creer lo suficiente como para confiar en que se podrá superar la situación que te ha llevado a acudir a un profesional. Con esa confianza tanto en uno mismo como en el propio terapeuta será posible aprender lo suficiente como para poder afrontar y gestionar nuestras vivencias de una manera adecuada y saludable y de verse capaz uno mismo de poner en marcha esas estrategias que poco a poco has ido interiorizando.
De manera que lo que realmente necesitamos en Navidad no es tanto algo que se pueda pagar, sino que en cierta manera creer en la Magia que cada uno llevamos dentro para mostrarnos fuertes ante las adversidades (también llamado Resiliencia). Es por ello, que pediré a los Reyes Magos esa Magia tan especial y necesaria para encontrar el bienestar, ya que sólo de ese modo, podremos disfrutar de la vida.
Psicóloga en Ongizate
Irene Tobías